lunes, 19 de noviembre de 2012

Vive como puedas, Joaquín Berges



«Una vez leí que el cerebro humano sólo es capaz de memorizar el diez por ciento de lo que lee, aunque no estoy muy seguro de lo que digo porque sólo recuerdo el diez por ciento de esa lectura. Tal vez por eso necesito escribir un diario. Porque si el cerebro humano sólo recuerda el diez por ciento de lo que lee, no quiero pensar cuál es el porcentaje que recuerda delo que vive.»

Así empieza la novela Vive como puedas de Joaquín Berges, una historia divertida, tierna y emotiva a la vez. No es fácil sacar una sonrisa al lector mientras lee sin perder intensidad, pero Joaquín  consigue  que el lector vaya sintiendo emociones dispares, admiración por la pequeña filósofa Valle, perplejidad ante las preguntas enrevesadas del hijo pequeño Éverest, impaciencia ante la obsesión por lo saludable de Sandra, cariño por el payaso Dumbo, admiración frente a la entereza de su  ex mujer, Carmen,  complicidad con su vecino Carles y simpatía por el protagonista, Luis.

Según Carles, la felicidad es una relación de equilibrio entre las sustancias que regulan el coco, una fórmula mágica y secreta, como la de la coca-cola, que se alimenta de nuestros recuerdos, vivencias y esperanzas.


Utiliza narrador en primera persona que escribe el diario, y otro en tercera, omnisciente que se van intercalando. Este juego de narradores me descolocó un poco al empezar la lectura pero después lo asimilé sin problema. Tiene unos diálogos divertidos, y hace que se pase el tiempo volando mientras se lee. Un lenguaje sencillo y directo que va hilvanando reflexiones entre situaciones hilarantes.

Nada hay más inquietante para un cónyuge que tratar de imaginar lo que se esconde tras el silencio de su pareja.

Joaquín Berges  nació en Zaragoza en 1965. Es licenciado en filología hispánica por la universidad de su ciudad. Se dio a conocer con El club de los estrellados, su primera novela en la que unos personajes peculiares crean una trama desconcertante. Su última novela editada "Un estado de malestar".




domingo, 7 de octubre de 2012

Cinco horas con Mario, Miguel Delibes




Cinco horas con Mario, Miguel Delibes


Contaba Miguel Delibes que empezó a escribir su novela con Mario como protagonista principal con un narrador en tercera persona.  Cuando llevaba un montón de páginas se dio cuenta que no funcionaba esa voz, tampoco podía escribirla en primera persona, entonces pensó hacer un experimento narrativo. Utilizaría la voz de Carmen Sotillo, en un monólogo dialogado con su difunto marido, al que le lanza preguntas sin respuesta posible, mientras relata episodios de su vida en común dejando ver su enorme frustración como mujer durante los veintitrés años de matrimonio,  muestra la personalidad de su marido, un hombre cuyas ideas progresistas, impropias de la clase a que pertenece, le parecen totalmente equivocadas y cuyas preocupaciones éticas de moralidad pública y justicia social no comparte ni comprende.

Delibes lleva a cabo una proeza narrativa al dar vida simultáneamente a los dos personajes de la novela a través del monólogo.  Por un lado está Mario, a quien la viuda se dirige como si viviese todavía, en  un íntimo soliloquio por medio del cual habla mentalmente con un interlocutor pese a que ya no podrá responder. Por otra a Carmen, dolorida y patética imagen de una mujer frustrada por el fracaso de su matrimonio, caracterizado por la insatisfacción sexual y la incomunicación sentimental, que no le ha impedido ser madre de cinco hijos. Y víctima al propio tiempo, de la absoluta incompatibilidad de caracteres que la ha distanciado de un marido del que ya no parece estar enamorada, ante el cual muestra un evidente complejo de inferioridad, pero de cuya conducta personal y  humana se siente profundamente avergonzada. 
A través del largo monólogo interior de Carmen,  repetitivo, incoherente y deshilvanado, cuya ininterrumpida enumeración de quejas y agravios revela  la existencia de unas preocupaciones recurrentes y obsesivas. Lo llama: zascandil, zoquete, adoquín, haragán, botarate, tonto de capirote, pedazo de alcornoque…
Y es que, a pesar de la intención deliberada del autor, que se ha propuesto hacer de Carmen un personaje francamente odioso y negativo, la verdad  humana que encierra, su arrolladora vitalidad, y su fisonomía inconfundible de personaje típico, perfecto exponente de las ideas y creencias tradicionales, vigentes en un determinado momento histórico dentro de la clase social a que pertenece, la han convertido en uno de los caracteres más logrados y certeros de la novelística española de postguerra. Por sorprendente y extraño que parezca, el secreto de este logro estriba en que el autor, consciente de haber cargado excesivamente la mano al perfilar los rasgos negativos que caracterizan a ese personaje, se ha esforzado al propio tiempo en mostrar las causas que determinan y justifican la mayor parte de sus reacciones negativas, para que podamos comprenderle.
Desde el punto de vista humano, se trata de una mujer buena y honesta, que ha sacrificado su vida entera a sus obligaciones de ama de casa y madre de familia. Una mujer reprimida e insatisfecha en sus aspiraciones económicas y en sus deseos de figurar socialmente, que se ha mantenido siempre fiel a sus deberes de esposa, pese a la apatía sexual que le reprocha con insistencia a su marido y a los frecuentes requerimientos de que ha sido objeto por su llamativa belleza física. Mujer inculta por falta de una instrucción adecuada, que oculta su profunda ignorancia bajo el superficial barniz de distinción de una niña bien y sus buenos modales de señorita.
Carmen Sotillo acapara la atención del lector y convierte su frustración humana y social de casada quejosa e insatisfecha en el tema principal del relato. Apareciendo como la víctima de un matrimonio desigual y equivocado, entre personas pertenecientes a una misma clase social, pero educadas en distintos ambientes y adscritas a ideologías contrapuestas y antagónicas, correspondientes a los dos bandos en pugna durante la guerra civil.

Como bien dijo el propio Delibes:

“En la historia de Menchu y Mario hay sucesivos enriquecimientos, pero escasos progresos. Es una historia varada; no anda. Yo podía haberla dejando en la mitad o haber seguido hasta el infinito”


Fragmento capítulo XXIV:

“Y no creo que ande mal de los nervios por eso, cabeza dura, que muchísimas veces pienso que tú estabas bien cuando estabas mal, y mal cuando estabas bien,  aunque parezca un despropósito. Los nervios, los nervios..., Los nervios salen a relucir cuando se está demasiado bien,  eso, cuando uno tiene todo resuelto y vive sin preocupaciones. Entonces salen los nervios y todo lo que tiene que salir, que no sé a santo de qué esa perra…”

Introducción de Antonio Vilanova.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Los puentes de Madison





6 de agosto de 1978

Querida Francesca:

Espero que te encuentres bien. No sé cuándo recibirás esta carta. Algún tiempo después de mi partida. Tengo sesenta y cinco años, y hoy hace trece que nos conocimos, cuando entré en tu sendero para pedir indicaciones.

Espero que este paquete no perturbe tu vida en modo alguno. No podría soportar pensar que las cámaras queden en estuches gastados en algún negocio de segunda mano, o en poder de un desconocido. Estarán bastante estropeadas cuando te lleguen. Pero no tengo a quien dejárselas, y te ruego que me perdones por ponerte en riesgo enviándotelas.

Entre 1965 y 1975 estuve casi todo el tiempo viajando. Para alejar la tentación de llamarte o ir a verte, una tentación que tengo virtualmente en todos mis momentos de vigilia. Acepté todas las misiones que pude fuera del país. A veces, muchas veces, me dije: "Al diablo, me voy a Winterset. Iowa, y me llevo a Francesca conmigo a cualquier costo".

Pero recuerdo tus palabras, y respeto tus sentimientos. Tal vez tengas razón; no lo sé. Lo que sé es que salir de tu sendero esa calurosa mañana de un viernes fue lo más duro que me tocó hacer en la vida. En realidad dudo de que muchos hombres hayan hecho jamás algo tan difícil.

Dejé el National Geographic en 1975 y dediqué el resto de mis años de fotógrafo a cosas elegidas por mí, haciendo algún trabajo donde lo encontraba, temas locales o regionales que sólo me obligan a estar afuera por unos días cada vez. Desde el punto de vista financiero es duro, pero me las arreglo. Siempre me las he arreglado. Gran parte de mi trabajo gira alrededor de Puget Sound, y eso me gusta. Parece que cuando los hombres envejecen se acercan al agua.

Ahora tengo un perro, un perdiguero dorado. Lo llamo "Camino", y viaja conmigo casi todo el tiempo, sacando la cabeza por la ventanilla, buscando buenas presas. En el setenta y dos me caí de un acantilado en Maine, en el parque nacional de Acadia, y me fracturé un tobillo. Con la caída se rompieron la cadena y el medallón. Afortunadamente cayeron cerca. Los encontré y mandé repararla cadena a un joyero.

Vivo con el corazón cubierto de polvo. Esa es la mejor manera en que puedo expresarlo. Hubo mujeres antes de ti, algunas, pero después de ti ninguna. No hice ningún voto de celibato; sencillamente no me interesan.

Una vez vi un ganso en Canadá a quien unos cazadores le habían matado la pareja. Sabes que se aparean para toda la vida. El ganso anduvo en círculos alrededor del estanque durante muchos días después de lo sucedido. Cuando lo vi por última vez nadaba solo en medio del arroz silvestre, siempre buscando. Supongo que la analogía es demasiado obvia para el gusto literario, pero es así como me siento.

En mi imaginación, en mañanas neblinosas o en tardes en que el sol se pone sobre las aguas al noroeste, trato de pensar qué puede ser de tu vida y qué estarás haciendo mientras pienso en ti. Nada complicado… salir al jardín, sentarte en la hamaca del porche, estar de pie ante la pileta de la cocina. Cosas así. Recuerdo todo. Tu olor, tu sabor de verano. La sensación de tu piel contra la mía, tus susurros cuando te amaba.

Una vez Robert Penn Warren usó esta frase: "… un mundo que parece abandonado de Dios…". No está mal, se parece bastante a lo que siento a veces. Pero no puedo vivir siempre así. Cuando esos sentimientos se hacen demasiado intensos, cargo las cosas en Harry y me voy de viaje por unos días con Camino.

No me gusta tenerme lástima. No soy de esa clase de hombre. Y la mayor parte del tiempo no me siento así. En cambio me siento agradecido por haberte encontrado. Podríamos haber pasado uno junto al otro sin percibirnos, como dos porciones de polvo cósmico.

Dios o el universo, o lo que uno elija para nombrar los grandes sistemas de equilibrio y orden, no reconoce el tiempo terrestre. Para el universo, cuatro días no es distinto de cuatro mil millones de años luz. Yo trato de tenerlo siempre presente. Pero, al fin y al cabo, no soy más que un hombre.Y todas las elucubraciones filosóficas que puedo conjurar no me salvan de desearte, todos los días, a cada momento ni del despiadado gemido del tiempo, el tiempo que nunca puedo pasar contigo, dentro de mi cabeza.

Te amo profundamente, totalmente. Y será siempre así.

El Ultimo cowboy, Robert

P.S.: El verano pasado le puse un motor nuevo a Harry. Anda muy bien.


‎"Los Puentes de Madison County" . Autor: Robert James Waller
(fragmento)


domingo, 5 de agosto de 2012

Por favor, cuida de mamá. Shin Kyun-Sook



Por favor, cuida de mamá de Shin Kyung-Sook es  un libro conmovedor. Nos cuenta una historia sencilla, tierna, triste, que va desgranando sentimientos tan universales como el amor, el sacrificio, los sueños, las relaciones familiares, que te atrapa y no te deja despegarte  hasta que llegas al final.
Contada con un narrador en segunda persona, dónde los personajes de la familia nos van mostrando sus recuerdos, sus razones y su sentimiento de culpabilidad.
La hija por no estar más pendiente de su madre y dejarse absorber por su trabajo,  aún sabiendo que su madre padecía grandes jaquecas y problemas de salud.
 El hijo primogénito por el que su madre siempre luchó y sacrificó para que estudiara para fiscal, del que se sentía muy orgullosa,  con el que vivió primeras experiencias como madre, inolvidables.
El marido, que no quería estar en su casa pero que no podía pasar fuera de ella más de dos estaciones y volvía  cuando se cansaba de estar por ahí, ignorando a su mujer, andando siempre delante de ella a prisa, sin escucharla ni tenerla en cuenta. Cuando ella desaparece es cuando se da cuenta de todo lo que ella  hizo por él durante toda la vida y lo que la necesita.  Y la propia protagonista que observa a su  hija menor con sus hijos, recuerda los buenos momentos y se lamenta de haberle reprochado que se dedicara a cuidar de sus hijos. 
Una historia contada con una sensibilidad y sencillez que desarma y  conecta con el lector. Muestra la indiferencia de los hijos hacia los padres mayores y el no querer molestar de estos. El desencuentro y como los recuerdos vuelven y hacen recapacitar a cada uno de los personajes cuando ya es demasiado tarde. Una crítica a la sociedad actual, a las relaciones familiares.
Una novela sobre la pérdida, la culpa, los secretos inconfesables y los miedos de una familia, sentimientos que se hacen conscientes cuando desaparece la madre.

Damos por descontado que nuestras madres están a nuestro lado para ayudarnos de forma incondicional, y que siempre estarán ahí. Pensamos que han nacido para ser madres. Pero antes fueron niñas, y mujeres, como lo somos nosotras ahora. Con este libro quería dar voz a esas mujeres. Mi madre es la energía detrás de mis textos.
Una madre y una hija pueden conocerse muy bien o ser dos completas desconocidas.
Tú fuiste mi secreto. Estuviste en mi vida, una presencia que nadie que me conoce imaginaría. Y aunque nadie sabía que estabas en mi vida, fuiste la persona que me ofreció una balsa en cada rápido y me ayudó a salir ilesa de la corriente. Me alegraba que estuvieras allí. He venido  a decirte que fui capaz de vivir mi pida porque podía acudir a ti cuando estaba preocupada, no cuando me sentía feliz.
Ahora tengo que irme.

La autora Kyung-Sook Shin (nació en Corea del Sur en 1963. Estudió Creación Literaria en la Universidad de Seul y su primer éxito vino de la mano del Premio de Nuevos literatos de la Revista Munye Joongang en 1985. Muy reconocida en su país, ‘Por favor, cuida de mamá’ ha tenido un éxito sin precedentes en Corea. Para que os hagáis una idea la tirada media de un libro en su país es de 3.000 a 5.000 ejemplares, pues en tan sólo diez meses esta novela llevaba ya más de un millón de ejemplares vendidos. Esta novela supone también su lanzamiento internacional

Título: Por favor, cuida de mamá
Autora: Kyung-Sook Shin
Traducción: Aurora Echevarría
Editorial: Grijalbo
Año de publicación: 2011
Páginas: 237
ISBN: 9788425346255


martes, 19 de junio de 2012

Y yo con estos pelos


Y yo con estos pelos


Mi vida ha cambiado mucho en poco tiempo, ya no puedo ir a dónde quiero, ahora  me llevan dentro de una bolsa deportiva. El ganapán, es un tipo alto que camina a largas zancadas. Bastante huraño con voz seseante.
  Viajamos en autobús, menos mal que fue un trayecto corto, me llevó atrapada entre sus fétidos pies. Una señora le preguntó que si lo de la bolsa era un perrito o un gato. Él negó emitiendo un gruñido, supongo que con mirada hostil incluida, porque a la tipa no se la volvió a escuchar más. Por la noche, el zancudo me arrojó dentro de un contenedor de basura, reboté en el fondo, haciéndome un chichón en la frente, le llamé imbécil, pero creo que  no me escuchó.
 Aquí no hay quién viva, revuelta con tanto desperdicio, estoy por suicidarme dejándome caer dentro del triturador del camión. Apesta, es poco ventilado, oscuro y la gente no se para nunca a cotillear cerca. Merodean cucarachas enormes, que me hacen cosquillas con sus antenas en la nariz y estornudo sin parar. Cuando dejan la tapa abierta, respiro a fondo y las escupo fuera. Miro al cielo y maldigo al zancudo que me dejó caer aquí.
Hay parroquianos que tiran la basura por la mañana y la bruja de la panadería de enfrente, les echa la bronca, además de mal de ojo.
Por la tarde, esto está muy concurrido, me van cayendo encima bolsas de orgánica, de envases, periódicos, ropa vieja... ¿es que nadie recicla? Hay veces que llegan unos individuos con unos pinchos y rebuscan en las entrañas del contenedor. Estuvieron a punto de saltarme un ojo, les grité ¡brutos imprudentes! y se esfumaron.  Y eso, que desde que estoy en esta situación no tengo ánimos para hablar con nadie, total ¿para qué?, ¿quién me escucharía?, ¿alguien me entendería? Quisiera salir de aquí, por eso no hago más que planear la fuga,  pero lo mire por dónde lo mire, todo son complicaciones. Esto de no tener ni pies ni brazos, jode un montón.  Porque lo de no tener cuerpo no lo llevo tan mal, me ahorra un montón de quebraderos de cabeza,  ya no tengo que pensar qué ropa ponerme para que no se me noten las lorzas, ni hacer la dieta de la alcachofa, ni morirme de hambre para perder unos míseros gramos que volvía a recuperar en el primer ataque de hambre. 
Trato de salir de aquí con dignidad, pero no es nada fácil, uno de los intentos fallidos fue cuando echaron  unos zapatos viejos, y probé a saltar subida en ellos para fuera, pero más bien parecía que estaba bailando claqué, ¡si es que no hay manera! en esas estaba cuando le pisé la cola a una rata. Chilló y luego se quedó mirándome, arrugó el hocico, se acercó y me olisqueó.  No sé si intentaba  darme un beso pero de lo que sí estoy segura es de que por poco me dio un mordisco en la oreja, ―lo que me faltaba― decapitada y sorderas. Grité tan fuerte que huyó dando un brinco.  No sé a cuento de qué apareció la policía. Fui descubierta y ahora estoy  en el instituto forense, flotando dentro de un bote de formol y yo con estos pelos.

                               ©Loli Pérez                             Málaga, Mayo de 2012


miércoles, 6 de junio de 2012

42º Feria del libro de Málaga 2ª parte

                               Esta tarde en la feria del libro ciclistas lectores,
                                     buena combinación cultura y deporte.


Paseantes, y curiosos.

                             El escritor, Luis García Montero en la caseta de Rayuela.

                                            Con las niñas del club de lectura de la Provincial.

                              En la mesa durante el coloquio con los clubes de lectura de la provincia
                             sobre el libro "Una forma de Resistencia"


                                                  

sábado, 2 de junio de 2012

42º Feria del libro en Málaga






Esta  mañana se ha inaugurado la 42º Feria del libro de Málaga. A eso de las trece horas han pasado las autoridades saludando a los libreros por casetas. Este año muchas menos, creo que de los años que recuerdo este es el que me ha dado más pena ver tan pocas. Ya sea por la crisis, por los altos precios que el Ayuntamiento les cobra a los que tienen la valentía de alquilar una caseta y estar allí, por la irrupción del libro electrónico, por el mucho trabajo que tiene montar el tinglado y desmontarlo...

La verdad es que es indignante que siendo una ciudad grande, con un montón del clubes de lectura, de escritores estupendos que viven y trabajan en  Málaga: J.A.Garriga Vela, Guillermo Busutil, Antonio Soler, Pablo Aranda, Álvaro García, Aurora Luque, Isabel Bono, J.J. Muñoz Rengel, Miguel Angel Oeste, Camilo de Ory, Julio Cesar Jiménez, Inés María Guzmán, Bujalance, Alfredo Taján, Cristina Consuegra, Andrés Reina Agero... y tantos otros que en este momento se me quedan en el tintero y les pido disculpas por no ponerles a todos.
Esta mañana la mayoría de la gente pasaba sin comprar y lo que es peor,  casi sin pararse a mirar los libros, a tocarlos a hojearlos. Con miedo a que se les tentara a comprar alguno.

Inma de librería Lafer (caseta 26)  cree que estaría bien que aquí en Málaga hubiera como en Madrid en el paseo Recoletos unos puestos fijos todo el año. El alcalde dijo que no había sitio.
Un lector comentó que lo interesante sería poner la feria en la Plaza de la Constitución, que es un sitio por dónde  pasa mucha gente y recordó que antes se celebraba allí,

También hablé un momento con las chicas de Casa del libro, que tienen muy buenas recomendaciones de  novedades, clásicos y libros "delicatesse" como les llaman ellas.

En fin, que después de hojear varios libros me traje alguno para casa, entre ellos el de Luis García Montero "Una forma de resistencia"  que estará el martes en el Rectorado en un encuentro con los Clubes de Lectura de la provincia.

Espero que a lo largo de la semana los malagueños se vuelquen con su Feria del libro.






sábado, 12 de mayo de 2012

El viejo que leía cartas de amor, Luis Sepúlveda




He leído esta novela por recomendación de mi hijo.  Ante su insistencia no  he podido resistirme.  Ha sido un viaje increíble por la selva amazónica, llena de imágenes y de una emocionante historia.

El protagonista, Antonio José Bolívar Proaño vive en El Idilio, un pueblo remoto en la región amazónica de los indios Shuar; con ellos aprendió a conocer la selva y a respetar a los animales y a los indígenas que la pueblan, pero también a cazar el temible tigrillo.
Un día, con  motivo de unas votaciones, recuerda que sabía leer y desde ese momento,  siente la imperiosa necesidad de leer.  Se va a la ciudad el Dorado, dónde la maestra le va enseñando desde los libros de aritmética, historia, hasta que descubrió lo que quería leer: historias de amor, de las de verdad, de ese amor que duele mucho.
 Dos veces al año el dentista Rubicundo  le lleva dos libros elegidos por una buena amiga suya que el viejo lee una y otra vez en la soledad de su cabaña. Con la lectura se aleja de la estupidez de esos forasteros que creen dominar la selva porque van armados pero que no saben cómo enfrentarse a una fiera enloquecida: de eso se ocupará el viejo Bolivar Proaño.

Un fragmento:
―¿Cómo son los libros de amor?
―De eso me temo que no puedo hablarte. No he leído más de un par.
―No importa. ¿Cómo son?
―Bueno, cuentan la historia de dos personas que se conocen, se aman y luchan por vencer las dificultades que les impiden ser felices.
El llamado del Sucre anunció el momento de zarpar y no se atrevió a pedirle al cura que le dejase el libro. Lo que sí le dejó, a cambio, fueron mayores deseos de leer.




sábado, 5 de mayo de 2012

Mi planta de naranja lima, José Mauro de Vasconcelos




Mi planta naranja lima de J.M de Vasconcelos
Traducción de Carlos Manzano
Editorial: Libros Asteroide

Mi planta de naranja lima de José Mauro de Vasconcelos. ¿Qué tiene de especial?
La suerte es que la leí en mi casa y no en el autobús, ni en un banco del parque. La cosa es que terminé con los ojos llenos de lágrimas, tanto de  reír  con sus travesuras, como de llorar por las consecuencias que tenían para el pequeño protagonista Zezé.

‘Mi planta de naranja lima’ nos lleva hasta el Brasil de finales de los años sesenta. Allí nos encontramos con Zezé, un niño de cinco años, que nos narra en primera persona sus peripecias. Es muy precoz y un poco trasto, sueña con ser poeta, llevar corbata de lazo y conducir el coche más bonito del barrio. Sin embargo, Zezé es pobre, y no es fácil para él siendo un niño tan inteligente, sensible y locuaz. De este modo, se refugia en Minguinho, un pequeño árbol de naranja lima con el que habla y juega,  al que le cuenta todos sus secretos. Una emotiva historia sobre un niño que se ve obligado a madurar precozmente y que nos llegará al corazón.

Con un lenguaje sencillo y creíble nos introduce en la terrible y tierna niñez de un niño pobre, sensible e inteligente del barrio carioca de Bangú. Nos muestra como descubre la ternura y el cariño a través de su profesora, a la que le regala una flor  y de un enemigo que se vuelve su persona más querida. Como se refugia en su hermana Gloria y  adora a su pequeño hermano Luis.

Gracias al club de lectura del CAL estoy descubriendo  libros que no suelen ser muy conocidos aquí mientras en otros países son grandes clásicos, es una buena forma  de acercarse y conocer  otras culturas.  Este es un clásico de las letras brasileñas que se reedita en España gracias a Libros del Asteroide, mi agradecimiento también para ellos por ofrecernos esta joya de libro.

domingo, 29 de abril de 2012

La comedia humana. William Saroyan




La comedia humana, W. Saroyan
Traducción de Javier Calvo
Editorial: Acantilado

La verdad es que me ha gustado mucho leer esta novela. Está escrita de forma sencilla, es idealista y muestra la inocencia y la ternura desde la mirada de los protagonistas, dónde la familia es un lugar seguro a dónde volver. Con  el convencimiento de que el ser humano es bueno por naturaleza, y que el dolor es algo que forma parte de la vida y se puede asumir.

 El protagonista, Homer Macauley, trabaja como mensajero para una compañía de telégrafos y se convierte en testigo de la vida cotidiana de los habitantes de Ithaca, una pequeña población del valle de San Joaquín, en California, que debido a su trabajo como mensajero de telégrafos ve como muchos de sus soldados, durante la Segunda Guerra Mundial, no regresaran con sus familias.

El personaje de Homer Macauley vertebra y une a los diferentes personajes de este relato junto a su hermano pequeño Ulises, un gran observador que campa a sus anchas por el pueblo metiéndose en más de un lío,y va descubriendo desde la amistad hasta el terror. Homer  con solo catorce años y tras la muerte de su padre y el reclutamiento de Marcus, su hermano mayor, intenta hacerse cargo de la familia con su trabajo como mensajero de telegramas. Además de ser el apoyo de su madre, su hermana Bess y su hermano pequeño Ulysses.

En ese primer trabajo Homer  empieza a hacerse mayor, a ver las distintas caras de un mundo que apenas conocía. Donde conviven buenas personas como su jefe o el viejo telegrafista del turno de noche que trabaja los festivos porque no le espera nadie en casa. La confrontación entre un mundo de inocencia y familiar y otro lleno de dolor y sombras ayudará a madurar a Homer. Cada telegrama que entrega es el nuevo anuncio de una nueva víctima, una ventana que se cierra en el entorno familiar del desaparecido y, a la vez, un paso más en su conocimiento del mundo y del comportamiento humano.

Ha sido una lectura gratificante.



lunes, 16 de abril de 2012

Desde el puente del Genil, de Mari Paz Osorio Lozano




Desde el puente del Genil, es la segunda novela que autoedita mi amiga y escritora malagueña Mari Paz Osorio Lozano, a petición expresa del Club de lectura La hijas del Caníbal  a las que  invito a dejar su opinión en este pots.

Creo que esta novela es un canto a la dignidad humana, una cualidad del hombre que siempre debería estar de actualidad, a la lucha, al sacrificio, al alturismo y sobre todo una saeta a la esperanza, que pese a todas las  zancadillas que les va poniendo el destino, a pesar de los obstáculos que  van trenzando  la vida de los dos personajes, logran salir adelante, gracias a la fuerza de ese amor y esa unión  férrea que les une desde que se conocieron, en el puente del Genil, consiguen superar las dificultades.

 Con esta novela, basada en una historia real, nos muestra con respeto Mari Paz Osorio,  que tanto los sentimientos, como las alegrías y desventuras humanas son  universales.  Una historia conmovedora, directa, entrañable, idealista y humana, son calificativos que articulan la trama de esta novela.

Escrita con una prosa cercana, con unos diálogos directos que caracterizan a los personajes y los sitúan en la época y lugar en que vivieron.  Sin usar demasiado artificio, hace  que el lector se sienta dentro de esa atmósfera, y  conviva  en ese espacio que  nos muestra con las imágenes que va formando con la arquitectura de sus palabras, llevándonos a través de sus personajes por una Málaga destruida en la posguerra. Mientras transcurre  la historia de Román y Rosario, este se consigue imponer mejoras para los trabajadores a partir de la unión sindical  vemos a un Román que lucha por los derechos de sus compañeros desde su puesto en  las fábrica de la bahía de Huelin.

Muestra imágenes de la guerra civil por las calles de Granada, en un tiempo anterior, dónde la mujer podía ser objeto de trato, o revelarse y ser dueña de su propio destino como hace Rosario, la protagonista.  Una historia que llega a las entrañas del lector sin avisar, dejándole marcado con una huella de sentimiento puro y desgarrador.


Foto de la autora, del día de la presentación de la novela en San Pedro de Alcántara.


  También quiero hacer mención a su primera novela  fue “A la sombra del nogal” (2005) ambientada en Málaga en la época en que fue fusilado Torrijos, una historia emocionante, retrato de una familia que le tocó vivir una época romántica y convulsa.

sábado, 7 de abril de 2012

Con el agua al cuello, Petros Márkaris






Con el agua al cuello, Petros Márkaris

Tusquets editores 2011- 322 páginas

“Para un escritor es muy importante ser cronista de lo que está ocurriendo, de la realidad amarga de lo que está pasando” P. Márkaris.

No suelo leer novela policiaca ni de intriga, porque no soporto la tensión interior que me crea mientras la intriga  va dándome pistas con cuentagotas. Tampoco llevo bien que me tengan en ascuas durante trescientas páginas para resolver en apenas veinte. Me puede. Pero en esta ocasión  la estoy leyendo para comentar en el Club de Lectura del CAL.

El personaje principal es Kostas Jaritos, es un comisario que Márkaris nos muestra tanto en el plano laboral de la Comisaría, como en la intimidad de su hogar. La trama empieza con la boda de su hija y la posterior aparición de un banquero decapitado.

Tiene muchos personajes secundarios e imprescindibles, desde su esposa Adrianí, una mujer de fuerte carácter, su hija y su yerno y  todo el elenco de sus compañeros de comisaría.

Nos pasea por las calles de Atenas, metidos en tremendos atascos a causa de las manifestaciones. A bordo de su Seat Ibiza, con un GPS al que no hace caso. Un coche que compra por consejo del yerno que lo convence sobre porqué comprarse un SEAT y no un coche alemán, en un diálogo que no tiene precio. Viven el mundial de futbol dónde gana la roja y nos retrasmite la parte más emocionante ese partido inolvidable.  Es un personaje bastante peculiar, modesto y astuto a la vez.

Creo que es una buena novela, sencilla, amena, incluso diría que muestra con precisión la situación actual no solo de Grecia en estos  tiempos duros que estamos viviendo. Pasa revista a los recortes a los funcionarios, las deudas de la gente de a pie, los trapicheos de los bancos y sus políticas abusivas, la inmigración y la política, mientras la leo siento como cortan las barbas del vecino. Va bien para despejar  la mente, trata los problemas económicos de forma que cualquiera que no sea economista los pueda entender.

Imagino que no es preciso haber leído las novelas anteriores de Jaritos/Markáris para sumergirte en su universo particular.

El final puede que sea un poco precipitado, no desluce una lectura interesante y con un toque de ironía, en la que nosotros los españoles de a pie, también Con el agua al cuello, nos veremos reflejados en muchos aspectos.

Copio este fragmento cuando le razona con su mujer, porqué no hace caso al GPS:

―Me paso el día escuchando las sandeces de los demás. Cuando no son órdenes de Guikas, son las del ministro. Esta voz es la única que me manda cosas y yo puedo pasar olímpicamente. Me levanta el ánimo. Lo que están un poco quemados en un puesto de trabajo necesitan un GPS  para desobedecerlo. ¿Ahora lo entiendes?

Y esta conversación madre e hija es muy emotiva:


―Vamos, mamá. Cada fin de semana los periódicos están llenos de recetas de cocina.
―Me lo imaginaba. Por eso te he traído un regalito. ―Abre el bolso y saca un pequeño cuaderno escolar―. Son las recetas de las comidas que te gustaban cuando comías en casa. Las he escrito a mano.
Katerina abre el cuaderno y echa un vistazo. Está escrito con aquellas letras de caligrafía redonda que enseñaban en las escuelas cuando Adrianí estudiaba primaria. Katerina se da cuenta. Se abalanza sobre su madre y la abraza con fuerza.





miércoles, 21 de marzo de 2012

Homenaje a José Luis Sampedro en Málaga



«En los ojos del joven arde la llama. En los del viejo brilla la luz» (V. Hugo)
Ayer en el Homenaje que se rindió al escritor y humanista José Luis Sampedro en sala del Rectorado, brillaba la luz y ardía la llama a la vez, una incandescencia de humanismo, honradez, dignidad… De persona sencilla que supo mostrar su agradecimiento a su mujer y compañera Olga Lucas. A sus vecinos, a sus lectores y a todas las personas que nos encontrábamos allí, en aquella sala llena a rebosar, que lo abrumó con sus aplausos y muestras de cariño.
A sus noventa y cinco años, (Barcelona 1917) convaleciente de una gripe, empezó diciendo: “He venido como el personaje del chiste: a decir que no puedo venir, pero tenía que estar aquí para agradeceros este reconocimiento”  así con esa sencillez este defensor a ultranza de la economía más humana y más solidaria que contribuye a desarrollar la dignidad de los pueblos, nos regaló su presencia, sus palabras, su fuerza vital.
Habló de la soledad creativa, “Cuando un artista crea, porque es su necesidad vital, su forma de expresarse, está en soledad, en una isla. Ahí escribe mensajes, los lacra en una botella y los echa al mar. Este acto representa que el mar devuelve esas botellas y que alguien ha reconocido esos mensajes, han sido oídos” Agradeció  a los presentes  con gran emoción “que sus mensajes hayan sido oídos” (Premio Nacional de las Letras Españolas 2011)
Autor de Escribir es vivir nos dice  “Que hay que querer a las personas a las que se dirige uno y que no hay que adoctrinar, hay que provocar.”
También dijo “Espero que con este acto el Ateneo no sufra por haberme invitado”  ya que el autor de La vieja Sirena y Octubre, octubre, recordó una anécdota: “En una de esas encuestas que se realizan sobre hábitos de lectura, Javier Arenas (Candidato del PP a la Junta de Andalucía) dijo que no debería leer nadie “La sonrisa etrusca”, lo que provocó risas y aplausos del público. Se definió a sí mismo como “Descatalogado”  y que aunque no es forofo del fútbol, le alegró mucho el gol de Carzorla. Acabó su intervención con estas palabras: “Perdonen que me  vaya a mi cubil, a esperar que me llamen” frase que volvió a provocar aplausos y muestras de cariño del público.
El escritor y periodista Guillermo Busutil, finalizó su intervención con estas palabras “con usted hemos aprendido que somos más que cifras, que la cultura es la base del pensamiento, que escribir es pensar y vivir la vida”
El acto estuvo amenizado con la pieza musical “Malagueña y habanera, opus 21 para violín y piano” de Saraste. Al violín Ana Díaz Alcántara. Teclado: Zaida Moya Bueno.
Enlace del artículo que apareció en el periódico La Opinión de Málaga, de Guillermo Busutil:
http://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2012/03/18/jose-luis-sampedro/493558.html

JOSÉ LUIS SAMPEDRO. EL HUMANISMO DISIDENTE

Cuando sea joven, quiero ser como usted, profesor. Un hombre de trazo sencillo y erguido, como el guarismo del uno que medita de perfil, sereno, libre, convencido de que la unidad es la que nos conduce a tener una mejor relación con el futuro. Al igual que usted, quiero ser como el dos, que resulta del encuentro y la suma con el otro. Como el cinco, que es el dibujo perfecto de la mente abierta a los cambios y a los sueños, la cifra que para Salomón representó la sabiduría y la reflexión frente al egocentrismo de los dogmas que suelen encerrarse en el vacío del cero. Y ser también, en este querer parecerme a usted, el seis que cifra el alma humana, el aliento interior que nos ayuda a superarnos. Cuando sea joven, profesor.
Pero mientras llego a esa edad, si antes la economía de la rentabilidad no me resta del futuro o me obliga a dividirme entre el capital del conocimiento y el capitalismo que ignora al hombre, seguiré buscando en sus libros y en sus conferencias, las luces del humanismo que nos ha inculcado y que sigue defendiendo, aunque haya sido derrotado por una sociedad que ha permitido que el sistema convirtiese el acto de pensar en una peligrosa disidencia, perseguida por los poderes que -prometiéndonos progreso, bienestar y democracia- nos etiquetaron como peones del tablero del mercado. Ese tablero que se metamorfosea en salón de cámara donde el dinero y la política bailan juntos la embriagadora música del poder. Ese tablero que es un desequilibrado puente colgante para las personas que luchan entre sí por alcanzar una felicidad que consiste en producir, competir y consumir. Los tres movimientos, a pie juntillas, que cada día repetimos, sin cuestionarnos por qué la justicia, la honestidad, la conciencia crítica, la creatividad, la educación, la naturaleza social de la economía, han dejado de ser, como usted propugna, nuestros móviles de conducta. Lo curioso es que en estos días los partidos rivalizan por abanderar los ideales de la Constitución de 1812 sin preguntarse dónde están el talante ilustrado, el respeto y la tolerancia que defendía el magno texto gaditano; por qué se han doblegado a las exigencias de los compositores del capitalismo que eliminó el valor de las cosas para ponerles precio. Los mismos que han reducido la vida a comer y no ser comidos. Una batalla que se repite a la sombra de los días, cada vez más oscuros y embrutecidos por el pensamiento sumiso o doctrinario que domina esta época en la que los afectos, las relaciones, las ideas, sólo son viables si son procuran ganancias bursátiles.
Hoy día, pocos son los que recuerdan que octubre, octubre, fue el símbolo de las revoluciones que hicieron los hombres para ser mejores y borrar la sonrisa etrusca de las tiranías, de las desigualdades, de la esclavitud que se ha vuelto más refinada y tecnológica. Pocos son los que detienen la nave de su viaje para escuchar a la vieja sirena cantar que es la libertad la que da dignidad al ser humano. Hoy día, usted lo sabe y no ha dejado de denunciarlo, con la sabiduría de quien conoce todas las aduanas por las que cruzan las debilidades y las fortalezas del hombre, que  vivimos igual que hace dos mil años, rodeados de guerras, de abusos de poder, de los monstruos del fanatismo ideológico o religioso. Que no hemos sabido o querido esforzarnos en crear una familia humana, una sociedad donde el derecho a la conducta migratoria, al mestizaje, al pluralismo de ideas y al diálogo como punto de encuentro formen parte de la convivencia. Hoy día el poder financiero es el río que nos lleva a un  mar en el que ya no desembocan los sueños. Una ceguera a la que usted se enfrenta, igual que lo hace frente al desarme moral de la sociedad, fragmentada en lobos, autómatas y víctimas, en la que apenas se escuchan voces de intelectuales. La suya sí, porque es un romántico, un humanista de larga experiencia, dispuesto siempre a decirle a los que nos culpabilizan del drama por el que nos exigen pagar un elevado peaje, que nadie ha vivido por encima de sus posibilidades, sino que la gente ha utilizado las posibilidades que el sistema le ofreció; que la anorexia de esperanzas que padecemos se cura con una economía más humana, con cohesión social y una educación en la excelencia de los valores. Usted nos ha enseñado que las personas somos mucho más que cifras; que debemos ser ciudadanos capaces de construir una sociedad más justa en la que podamos desarrollar nuestras cualidades y adquirir virtudes; que las verdaderas reformas urgentes atañen a los principios políticos y económicos; que la cultura no es un entretenimiento, sino un imprescindible motor de progreso, la base del pensamiento independiente y constructivo. Tal vez por eso, es lo primero que los políticos recortan y rebajan. Reacciona, indígnate, reivindica una vida digna de ser vivida, nos dice usted a cada uno de nosotros, con esa impronta del profesor que busca espolear el talento, la aptitud del alumno en el que cree. Lo dice y lo repite, con su perenne vitalismo, con la guerrillera ilusión que nos ha transmitido, con las ideas y la experiencia que nos invitan a reflexionar hacia dentro y hacia fuera. Le damos las gracias por haberlo hecho y seguir haciéndolo, por su ejemplo, por mantener vivo el espíritu ateneísta que nos hermana e identifica. Cuando sea joven, quiero ser como usted, querido profesor. Pero mientras llego a esa edad, seguiré practicando y defendiendo lo que nos ha enseñado, que escribir es vivir, y pensar, también.

Guillermo Busutil
marzo 2012





(foto subida de internet)



sábado, 3 de marzo de 2012

Cabritas en el cielo




Había llegado a esta ciudad hacía años. Al principio  apenas salía a explorarla, solo las calles conocidas del centro.
Fue un trabajo el que me obligó a conocerla a fondo. Tuve que hacerme con un mapa que la mayoría de las veces interpretaba al revés. Me interné en barrios antiguos donde crecían casas raras, de una  planta, pequeñas, con las puertas de madera pintadas de verde o de rojo. Casas de arquitectura indefinible, abandonadas al paso del tiempo, envejecidas como sus propietarios. Jalonadas por pequeñas tiendas de ultramarinos que se resistían al acoso de los supermercados. Fruterías, pescaderías, mercerías, le daban vida a esos barrios antiguos. Una anciana asomada a un balcón, un gato apostado en una reja, pintadas y grafitis por las paredes, trapos tendidos en la fachada.
Ahora estoy en un barrio moderno y frío. Nadie se asoma a las ventanas ni se pude adivinar la edad de sus inquilinos por la ropa que no hay tendida en las fachadas. En los bajos comerciales solo hay  bancos y bares, incrustados en las hileras de edificios clónicos, con árboles escuálidos plantados en amplias avenidas.
Lo único que cambia cada día son sus nubes. Nubes que juegan a vestir el cielo con diferentes texturas y formas. Solo eso.

lunes, 27 de febrero de 2012

Primera biblioteca universal que hubo en Málaga





El viernes pasado me invitó nuestra amiga  Chu Campos a la presentación de su libro de poemas "De un tiempo a esta parte" es una delicia, pequeñito e  ilustrado por ella misma. 
Me llamó la atención el edificio donde tuvo lugar el evento, sede de la Asociación de amigos del país. Siempre que paso por la fachada de este edificio,  en Plaza de la Constitución, me sorprenden los enormes baúles que hay a la entrada así como su peculiar arquitectura.
El otro día además de escuchar los poemas del libro de Chus, no pude evitar entrar a una sala que había justo al lado del salón de actos. Una biblioteca llena de libros antiguos en presidiendo la sala un gran lienzo costumbrista dónde aparece Carlos III. 

Pregunté a un señor que estaba enfrascado con su ordenador  en la sala contigua y me dijo que el edificio fue donado a la ciudad de Málaga en usufructo vitalicio por Carlos III, como sede de la primera biblioteca universal de la ciudad.
Me dijo que si quería podía consultar los libros que quisiera que estaba en proyecto abrirla al público pero que de momento aún no lo estaba.
Buscando en internet no he encontrado gran cosa sobre este tema, además de lo que puede encontrar cualquiera como que este rey echó a los jesuitas  de la ciudad y que fue un rey ilustrado e incomprendido.
 Me gustaría volver por allí con tranquilidad y abrir y releer algunos de esos ejemplares tan antiguos. Espero que pronto se pueda visitar.

domingo, 19 de febrero de 2012

Manifestación contra la reforma laboral en Málaga.








Empezó a las once de la mañana y duró hasta más de las dos de la tarde. Un día soleado, con buena temperatura. Muchas personas integraban la marcha: jóvenes, mayores y niños. De forma pacífica, ordenada fueron llenando las calles del centro, desde la Alameda de Colón hasta la Plaza de la Merced. Nos íbamos cruzando con turistas, con los coches de caballos que miraban con calma cómo pasaba la muchedumbre, como en una procesión.
Que sepan que no estamos de acuerdo con lo que están haciendo.
Esperamos que esto sirva para algo.
 ¿Qué le va a quedar a nuestros hijos?

Archidona, un lugar a dónde se quiere volver




El viernes 17 estuvimos en la nueva biblioteca municipal de Archidona. Es una preciosidad. Está muy bien equipada, pero lo mejor de todo es su gente. Nos acogieron con entusiasmo y cariño.
La presentación iba a durar una hora como mucho y cuando empezamos a hablar de literatura, de libros, de la escritura se prolongó más del doble. Y eso que había fiesta del carnaval y  la mayoría tenían a familiares participando en el auditorio municipal en la presentación de las chirigotas.
Desde aquí quiero dar las gracias a la organización del evento por la buena acogida que tuvimos.
En la foto, Sole la bibliotecaria con algunas compañeras del club de lectura, mis compañeros de Punto y Seguido, y María Jesús una de las ilustradoras del libro Cuando vivíamos aquí.
A  nuestra querida Andrea la extrañamos mucho, leímos su texto de presentación que escribió desde D.F. México.


jueves, 16 de febrero de 2012

Cuando vivíamos aquí, en Archidona



El grupo de escritores Punto y seguido, estaremos el viernes en Archidona, para presentar en el Laboratorio de Cultura, nuestro libro Cuando vivíamos aquí.
A las siete. Os esperamos.

domingo, 29 de enero de 2012

Como una novela, Daniel Pennac




Daniel Pennac, Como una novela


Este libro me lo recomendó mi amigo del club de lectura Pablo,  hace algún tiempo. Por fin lo he leído y me ha encantado, he disfrutado cada una de sus páginas. Con frecuencia me recomiendan libros. Libros que unas veces leo y otras no me llega el tiempo. Algunos no me dicen mucho, o no es lo que necesito en ese momento, otros sin embargo me llegan de una forma especial, entonces me alegro y me pregunto cómo alguien puede saber que un libro en particular va a decirme tanto. Supongo que eso solo puede saberlo un buen lector que me conozca.
 Ayer  terminé esta pequeña joya,  que en sus 169 páginas desgrana la pasión por la lectura. Ha sido de esos que me dicen cosas que sabía, que me gustaría decir y compartir. Comparto algunos de los párrafos que más me han llegado,  podría copiar todo el libro porque  está plagado de verdades, dichas con sencillez y un enorme amor por la lectura:

“La paradójica virtud de la lectura consiste en abstraernos del mundo para encontrarle un sentido”
“La lectura bien llevada salva de todo, incluso de uno mismo” […]
¿De dónde sacar tiempo para leer?
Grave problema.
Que no lo es.
[…]
El tiempo para leer siempre es tiempo robado. (Al igual que el tiempo para escribir, por otra parte, o el tiempo para amar.)
¿Robado a qué?
Digamos que al deber de vivir.
El tiempo para leer, al igual que el tiempo para amar, dilata el tiempo de vivir. [….]

Yo jamás he tenido tiempo para leer, pero nada, jamás, ha podido impedirme que acabara una novela que amaba.
La lectura no depende de la organización del tiempo social, es, como el amor, una manera de ser.
Es inmensamente triste, una soledad en la soledad, ser excluido de los libros…, incluso de aquellos de los que se puede prescindir.
El hombre construye casas porque está vivo, pero escribe libros porque se sabe mortal. Vive en grupo porque es gregario, pero lee porque se sabe solo. …
De modo que nuestras razones para leer son tan extrañas como nuestras razones para vivir. Y nadie tiene poderes para pedirnos cuentas sobre esa intimidad.

Hoy leo un artículo de Guillermo Busutil en la Opinión de Málaga, en el que se hace referencia a la lectura y la actualidad, dejo el enlace:

Comparto un párrafo arrancado del final:

"Deberíamos releer a Dickens, llevar en el bolsillo un libro de poemas, defender la cultura como antídoto y refugio. Recordar que el ser humano nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta. Tal vez así consigamos que la vida deje de ser mera transacción económica."

Creo que es bueno llevar un libro en el bolsillo, en el bolso, ya sea de poemas, relatos, ensayo, novela... en definitiva un libro con el que sentirnos acompañados, con el que poder desconectar de los problemas y retomarlos con más fuerza a regresar de la lectura.

No olvidemos los derechos del lector según Pennac:



(imagen tomada de facebook)