domingo, 8 de agosto de 2010

Historias de cacharros:Molinillo.



Molinillo quería estar sólo y llorar en su rincón sin que nadie le viera. Sentía una sensación de fastidio, de malestar desde hacía tiempo. Como si no encajara en ninguna parte. Se sentía distinto de los cacharros que se reunían en la cocina y hacían carreras, quedadas y todas esas tonterías.
Le gustaba quedarse a beber con los platos sucios del fregadero toda la noche, y mirar cómo las hormigas andaban silenciosas por todas partes. La Cafetera italiana de asa negra le había dicho: ―No encontrarás a nadie como yo… y él pensó: "esa es la idea", pero no se lo dijo. No dijo a nadie que estaba cansado de aquella relación que no iba a ninguna parte, que sólo le causaba cansancio y hastío. Y cuando ella se marchó, todos le compadecieron, y él los dejó hacerlo. Intentaba bastarse consigo mismo, sin tener que buscar una mirada de aprobación. Sin que nadie le echara en cara todo lo que hacía. Pero cada día se volvía más duro y deseaba mandarlo todo a la mierda. Fumó otro cigarrillo y pensó que ese sería el último.

©L.P.

9 comentarios:

  1. De pequeño me gustaba moler el café en un molinillo muy parecido a ese.

    Gracias amiga por compartirlo con todos nosotros.
    Gracias por pasear por blasismos.

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  2. Últimamente te siento un poco triste, Loli. ¿Todo bien? ¿Algo en lo que pueda ayudarte?

    Te envío un abrazo inmenso y muchísima luz desde México, bella.

    Muá.

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  3. Don Molinillo debería ir al psicoanalista. Eso que le está pasando debe hundir sus raices en la infancia, cuando estaba nuevito y reluciente y se sentía necesario cada día. Realmente su vida ha perdido sentido y él se niega a ser un simple objeto decorativo, un molinillo-florero, como las mujeres rubias y tontas...y la acaba pagando con quienes menos culpa tienen.

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  4. muy bueno, me ha gustado.

    pd. la foto es de amsterdam.

    saludos

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  5. ¡Me da mucho gusto saberte bien, bella! Estaba un poco preocupada, pero ahora sé que sólo se trataba de que estabas teniendo una racha no tan buena. Ya verás que todo irá tomando su lugar poco a poquito.
    Mil gracias por tan bellas palabras para mi Blog, sabes que es un honor recibirte en Siberia.

    ¡Mucha luz!

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  6. ¡Menudas quedadas de cacharros, Loli!

    Muy divertidas todas las historias.

    Saludos.

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  7. Blas yo le molía el café a mi madre en un molinillo como ese pero verde, fíjate y me encantaba sacarlo del cajoncito que tiene abajo.

    Siberiana, me encantan tus visitas, tu blog. Estoy bien no te preocupes, son los cacharros de la cocina que andan un poco inquietos.

    Inma, no lo dudes, debo hacer algo con ese molinillo, creo que está en una edad dificíl. Me encantan tus observaciones.

    Miguel, gracias por pasar. Me alegro que reabras tu blog después de las vacaciones.

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  8. Hola, Loli, ese cacharro está como yo :) a veces, los caminos se acortaron y debes aprender a volar, a buscar nuevos rumbos o al menos intentar despegar..
    Espero andes bien..
    Me encanta leerte y sabes siempre lo que dejas me produce además, de placer una cierta tranquilidad, no sé si me explico

    Besines, Loli
    Gracias por pasar

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  9. Que simpática y bella historia Loli, con amores imposibles, también, entre cacharros. Me gustó mucho amiga.
    Un abrazo.

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