miércoles, 1 de mayo de 2024

El largo adiós de Ellen Olestjerne, Franziska von Reventlow






Ni siquiera en ese instante. Sintió. Desesperación, renuncia desgarradora; sólo sentía como si llevara consigo un féretro en el que iba su juventud, todo su anhelo de felicidad y su amor, mientras viajaba al encuentro de un futuro ajeno e indiferente…

 
El largo adiós de Ellen Olestjerne 


Estamos ante una novela gestada entre 1900 y 1902. Se trata de un texto un tanto autobiográfico, que le pone voz a la protagonista desde la infancia (cuatro o cinco años, quince, dieciocho) hasta los veintitrés y sentimos como si hubiera vivido cien años en realidad. Coloca el foco en la vida familiar y social de este personaje rebelde que choca contra la intransigencia materna y las convenciones sociales. Va narrando sus peripecias infantiles y juveniles, la forma tan diferente en que la tratan a ella frente a sus hermanos. Durante la narración va insertando fragmentos de diarios y cartas.

Una lectura, que en un principio puede llegar a ser  desesperante y lenta, dado su estilo caótico que va saltando de un recuerdo a otro, no se sabe a ciencia cierta la edad del personaje, porque la voz es siempre la misma.  Al final logra captar la atención del lector cuando consigue su libertad y va consiguiendo lo que tanto anhela.
Durante la narración muestra la imposibilidad de realizar su sueño que siente desde que es muy niña: la de ser pintora y ser libre. Al cumplir la mayoría de edad logra escapar del corsé familiar y escapar a Múnich, ciudad donde logrará ser libre y vivir su inmersa en la bohemia de aquella época con todas sus consecuencias. 
Un documento histórico, que muestra cómo vivían estos artistas a primeros del pasado siglo XX. 

El largo adiós de Ellen Olestjerne 
Franziska von Reventlow
(Edit. Periférica) traducción de Richard Gross

Fotografía y reseña: Dolores Mª Pérez González

viernes, 16 de febrero de 2024

Un detalle menor, Adanía Shibli (traducción Salvador Peña Martín) Edit. Hoja de Lata









‘Apenas me he sentado tras el volante del pequeño coche blanco que acabo de alquilar, y accionado la llave de arranque, algo parecido a una araña comienza a tejer en torno a mí sus hilos, que se van haciendo más consistentes, hasta convertirse en una suerte de barrera, de esas que el ser humano no puede traspasar por su endeblez. Es la barrera del miedo, que comienza con el miedo a la barrera física, de control’.

ADANÍA SHIBLI, Un detalle menor


Esta novela fue escrita en árabe y publicada en 2017 e inmediatamente
traducida a varios idiomas. Nominada a diversos premios y galardonada por el LiBeraturpreis en 2023. 

La narración está estructurada en dos partes bien diferenciadas. La primera escrita en tercera persona, pone el foco sobre el jefe una unidad militar israelí, que patrulla por el desierto del Néguev, a mediados de agosto de 1949. En una de esas rondas encuentran a una joven beduina entre las dunas, es apresada y encerrada dentro de un cobertizo y después asesinada.

La segunda parte, transcurre en un tiempo actual. La autora le pone voz a una joven palestina que lee la noticia del asesinato de la joven beduina en un periódico como “un detalle menor” sucedido veinticinco años antes del día de su nacimiento. Decide viajar al sitio en donde ocurrieron los hechos, a pesar de las dificultades que encontrará en su camino.

‘Un detalle menor’, es una novela que transmite opresión, el calor asfixiante del desierto, las noches estrelladas y la belleza de las dunas, pero sobre todo miedo. El miedo, que estará siempre presente en la protagonista.

La presencia de animales, la autora muestra ‘un perro que ladra’ que se repite durante diferentes momentos de la narración.  También aparecen ‘las arañas’, que vigilan y hacen daño, que andan por todas partes día y la noche y aunque se las mate, vuelven a reaparecer. 

 A lo largo de la novela la protagonista (de la que no conocemos el nombre) consulta mapas de Palestina antigua, dónde sí aparecen nombres de aldeas ya desaparecidas, extirpadas del otro mapa moderno, publicado para turistas por el gobierno israelí.
Visita un museo, pasa por construcciones abandonadas, plantaciones de árboles tropicales sobre la arena: mangos, aguacates, plátanos entre los asentamientos, campamentos militares, el desierto, las carreteras solitarias, un perro que ladra, los controles, la soledad ¿alucinaciones o realidad?

La novela, traducida al español por Salvador Peña Martín, consigue transmitir la angustia de un personaje que parece sacado del tiempo con la mezcla del ayer o del hoy, sin tener muy claro al final quién es quién.

Vivimos en una zona de ocupación. Los disparos, las alarmas de las patrullas militares, los aviones de combate, los bombardeos, a los que se unen las sirenas de las ambulancias, (…) en concurrencia con los ladridos del perro, forman parte de un sonido de ambiente. Y la situación es esta desde hace mucho, mucho tiempo; tanto que quedan pocas personas con vida que puedan recordar pequeños detalles relativos al modo de vivir anterior’.

A pesar de su corta extensión, el argumento no defrauda. Es una historia que deja patente que el conflicto de Palestina tiene unas raíces muy profundas. La autora fue vetada en la Feria del Libro de Fráncfort, acusada por algunos críticos de antisemitismo y de escribir en blanco y negro, ante lo cual, más de mil autores de todo el mundo salieron en su defensa. 



                                                                   
             Fotografía y título Loli Pérez