lunes, 21 de diciembre de 2015

CAMINOS



El viejo e inevitable amor por todas las huidas a través de carreteras infinitas o sin moverse del sitio, volando en el pensamiento...
Carlos Castán, La mala luz.

EL LIBRO, RUBÉN DARÍO


El libro es fuerza, es valor,
es poder, es alimento;
antorcha del pensamiento
y manantial del amor

Rubén Darío

sábado, 19 de diciembre de 2015

HUMO






Las cartas no son más que un trozo de papel. Aunque se quemen, en el corazón siempre queda lo que tiene que quedar;

Tokio Blues. H. Murakami.

martes, 15 de diciembre de 2015

ES MI CIUDAD








Los árboles otoñecen amarillos, rojos y anaranjados,
en la calle las bombonas repican como campanas llamando a misa,
multitud de perros abonan las baldosas,
de las aceras brotan macetas,
una zarzuela de palomas zurea en la plaza,
los coches son coágulos rojos, azules y negros que forman un trombo en la hora punta,
el autobús estornuda viajeros en cada parada,
el metro es una lombriz hambrienta que corre veloz por sus entrañas,
los aviones son gaviotas metálicas que rasgan el cielo,
las nubes con forma de dinosaurio juegan al escondite tras los bloques,
el camión de la basura gime como una bestia herida en el silencio de la noche,
y las caracolas arrullan al mar, verde, azul, plomizo.



                                                                 ©Loli Pérez

sábado, 12 de diciembre de 2015

RECORDÉ AL VERLO






 Recordé a verlo. Pensé en aquel tiempo cuando jugaba sola bajo sus ramas y creía que me escuchaba. Cuando los deseos aún se podían convertir en realidad. ¿Sería verdad  que podía comunicarse? Que cuando leía un libro apoyada sobre su tronco, también lo leería él? 


ME ESCONDO


Y así me escondo detrás de la puerta, para que la Realidad, cuando entra no me vea. Me escondo debajo de la mesa, donde súbitamente le pego sustos a la Posibilidad. De modo que me despego de mí como a los dos brazos de un abrazo, los dos grandes tedios que me aprietan -el tedio de poder vivir solo lo Real, el tedio de poder concebir sólo lo Posible.

El libro del Desasosiego, Fernando Pessoa

HIGUERA


El viento arrancará las hojas
el sol quemará la tierra

mi boca te comería vivo

Algo de invierno, Isabel Bono.

viernes, 27 de noviembre de 2015

MANERAS DE DESANDAR EL TIEMPO




«Lo mejor de la vida es el pasado, el presente y el futuro»
                                                                PIER PAOLO PASOLINI


Este no es un libro sobre el tiempo, es más bien un libro en el que el tiempo, en nuestro tiempo limitado, y también una excusa para recobrarlo y darle forma. Ese tiempo que mantuvimos atrapado en relojes, en horas, semanas y estaciones, que estiramos, acortamos y dividimos, ahora lo miramos.
Vivir otra vez el tiempo en esas historias, romper sus límites sin intentar cambiarlas, solo para imaginarlas, para recobrarlas otra vez. Una de tantas maneras de desandar el tiempo.
BOOK TRAILER:




Durante la infancia siempre queremos cumplir años, que pase el tiempo rápido y se nos hace eterno a veces. Cuando vamos cumpliendo años nos damos cuenta que el tiempo se escapa y llegados a una edad quisiéramos desandarlo, volver a esos momentos de la infancia en la casa de los abuelos, volver a descubrir el primer amor, volver a tener a nuestro hijos pequeños, recuperar a seres queridos que perdimos en el camino. Todo eso es posible a través de la literatura, de la mezcla de los recuerdos con la imaginación y el deseo. Estos 15 Relatos están llenos de ese tiempo,  de esa materia que no tiene piedad con nadie, que a todos nos roba la infancia, la juventud y la misma vida. Y que solo es posible atraparlo en esas historias que inventamos y  plasmamos en este libro.



Ilustración de Carmen Bautista Pérez

Los siete autores de Punto y Seguido hemos trabajado en este proyecto durante más de un año: Andrea Vinci, Pedro Rojano, Inmaculada Reina, Miguel Núñez, Isabel Merino, Mauricio Ciruelos y Loli Pérez la que les cuenta toda esta aventura.  Quince relatos llenos de vivencias, de personajes que nos van desgranando el tiempo, su tiempo.

Les pedimos a un grupo de ilustradores que nos dibujara el tiempo: Javier Rico, Salvador Reina, Marcos Reina, Irene Morales, Isabel Merino, María Jesús Glez. Julio Garzón, Gema del Pino, Chus Campos, y Carmen Bautista nos dibujaron el tiempo según su percepción personal, sin que tuviera nada que ver con el contenido de los relatos (al contrario que en el anterior, Cuando vivíamos aquí).  


                                 Ilustración a color de Marcos Reina 

Las fechas nos marcan la cara, las agujas del reloj avanzan en la esquina de cada página, los minutos por el índice. 
Este libro está siendo una caja de sorpresas, a través de las distintas presentaciones he conocido a personas con las que comparto esta pasión con la literatura, con las historias por contar y las contadas. 


En el periódico La Opinión de Málaga del día 2 de Octubre.       

Lo presentamos el 1 de Octubre en el Ateneo de Málaga, con una gran acogida por parte de amigos, familiares y tuvimos lleno total. 

El 16 de Octubre nos fuimos a Sevilla, lo presentamos en el Centro Cívico Casa de las Sirenas, fue una velada inolvidable y un público muy acogedor.




El 30 de Octubre viajamos a Córdoba, en la librería La República de las letras tuvimos una nueva cita con lectores cordobeses con los que tuvimos un interesante coloquio, nos acompañó José Castillejo del grupo cultural y literario Mucho cuento,  también tuve la alegría de reencontrar a mi querido amigo y escritor Javier Ariza y su pequeña Soraya.  La literatura inundó la república de las letras.




El 20 de noviembre nos invitó Soledad Ábalos de la Biblioteca Pública Ricardo Conejo Ramilo de Archidona, ese pueblo precioso, dónde la cultura es parte esencial. Tuvimos un encuentro con las amigas y lectoras del Club de lectura, Dulce Villores, Mari Carmen, Ágata, María... Paseamos por su Plaza Ochavada llenando los bolsillos de nuevas historias para contar y degustamos sus tapas.




El programa de radio Onda Azul Málaga, nos entrevista en la mañana del 27 de noviembre en su programa Málaga al día, se puede escuchar aquí, a partir del minuto 22:53.
Y el martes 1 de Diciembre volvemos  de nuevo a compartir nuestra pasión literaria y por este libro en la sede de la Biblioteca Provincial de Málaga.



El  9 de Febrero nos iremos a Loja, el área de Cultura Loja  nos ha invitado a presentarlo en la sede del Pósito junto a su club de lectura.


                                                                               Loli Pérez González

martes, 27 de octubre de 2015

RELATOS EN 35MM



El  pasado 16 de octubre se presentó en el Centro Andaluz de las Letras el libro Relatos en 35 mm.  Editorial El Sendero. Que ha reunido 17 cuentos, inéditos hasta ahora, dedicados todos ellos al cine y Andalucía. 
 En el acto participaron José Luis Ordóñez, responsable la edición y del prólogo, y mis compañeras Inmaculada Reina, Isabel Merino del grupo de escritores Punto y Seguido, además de José Carlos Carmona que asistió al acto a través de videoconferencia.

Los 17 relatos están llenos  de esa pasión por el cine y ese recuerdo nostálgico por aquellas películas o personajes que nos dejaron marcados en una época de nuestras vidas y que de alguna forma han cambiado o se han perdido en el tiempo. 


Este libro es como un puzzle en 3D donde cada relato aporta una pieza de la vida, del recuerdo o la nostalgia del imaginario de cada autor, trocitos de este fantástico mundo que es el cine. Fragmentos de películas, nostalgias de un cine que fue y ya no existe, de un  rodaje agotador, la forma de buscar su financiación, la aventura de una famosa actriz que se da a la fuga, la ternura del recuerdo de una niña que va con su padre por primera vez al cine...


Cristina Cerrada nos lleva a una localización de especial significado en el desierto Almeriense; Juan Carlos Palma analiza el extraño caso de la familia Cansado, que prohíbe a sus hijos ver cine; María Zaragoza sigue los pasos de Natalie Portman en El ataque de los clones, en el rodaje en Sevilla; Juan Varó Zafra nos traslada a ese mundo donde el cine y la política pueden llegar a una alianza no siempre perfecta; Loli Pérez nos traslada a la década de los setenta a través del desaparecido cine Aliatar y las vivencias de su personaje que de alguna forma pierde la inocencia; Javier Márquez Sánchez recrea un divertido diálogo de unos humoristas célebres con una voz muy personal; Isabel Merino relata la frenética presencia de Vivien Leigh en Andalucía a través de una curiosa mujer y un trepidante viaje; José Iglesias Blandón bucea en universo de referencias cinematográficas y obsesiones reconocibles; Sandra R. Fernández describe con nostalgia las escapadas al cine de una niña con su padre; José Carlos Carmona nos ofrece un relato vinculado a un programa radiofónico; Inmaculada Reina se sumerge en el duro y sacrificado mundo del  rodaje de un corto en la campiña CordobesaSalvador Navarro se acerca al terreno del drama con una actriz que se enfrenta a un último desafío; Clara Astarloa describe en su relato secuencias de la historia de  La reina de la nocheSonsoles Yovanka nos lleva a una relación rota, que no se puede sacar del alma a través de los recuerdos de las películas que compartieron; Pedro Pablo Picazo viaja hasta Trebujena, donde se rodó El imperio del sol, y cuenta como llegó a odiar e Steven Spielberg; Elena Marqués narra una historia con un seductor y desafiante Sean Conenery; y Antonio Rivero Taravillo se acoge a motivos musicales y cinematográficos para visitar tierras almerienses.
Diecisiete relatos, diecisiete pedazos de vida, diecisiete desafíos por parte de unos escritores que se enfrentan a la construcción del relato desde diferentes ángulos, estilos, temáticas, formando un volumen cinematográfico de historias, pasiones y obsesiones.
¿Tiene su entrada? Acomódese. Las luces se apagan y la proyección sobre la pantalla blanca indica que Relatos en 35mm va a comenzar. Se ruega apaguen los dispositivos móviles. El viaje comienza.



Un libro totalmente recomendable para nostálgicos y amantes del cine que se puede adquirir a través del enlace Editorial El Sendero y en Librerías Proteo Prometeo de Málaga.

sábado, 8 de agosto de 2015

LECTURAS DE VERANO






Entre los libros leídos este verano quiero destacar dos, El verano sin hombres de la escritora americana Siri Hustvedt, y La Encajera del francés Pascal Lainé.

En ambas novelas el abandono es el tema de fondo. En el caso de El verano sin hombres la abandonada es una mujer de cincuenta y pico años a la que su marido le pide una Pausa, después de treinta años de un matrimonio ejemplar. 
En el segundo caso, La Encajera, es Pomme una joven humilde de dieciocho años que es abandonada por su padre cuando es una niña, su amiga y su primer y único amor, un estudiante de clase social y cultural más alta que ella.
 Ambas mujeres son desgraciadas ante el abandono, pero los recursos con que cuenta cada una son muy distintos y los resultados también.

Mientras Pomme, la joven humilde vuelve a casa de su madre, se encierra en su habitación para más tarde pasar sus días en un sanatorio, Mía la esposa cincuentona, padece un ataque de locura temporal, es internada  en un psiquiátrico de inmediato. Para Mía son otros tiempos, otro país, es otro personaje contado desde la perspectiva de una mujer que le da un punto de esperanza.

Mía se marcha al pueblo de su infancia dónde aún vive su madre octogenaria, en una residencia. Da clases de poesía a un grupo de adolescentes y hace amistad con Lola, la vecina de al lado que tiene una niña pequeña y un bebé. Tiene conversaciones telefónicas con su psicóloga con la que desahoga su frustración.  Mía  sale del agujero de la locura, gracias al apoyo de sus seres queridos, amigas y a la literatura. Relata su frustración, sus sentimientos en primera persona  unas veces en tono emotivo y otras de comedia. Y los hombres en esta novela solo aparecen en la mente o las conversaciones de las protagonistas femeninas.


"Lo que sucedía era que había sido incapaz de forjarme un espacio propio o, más bien, que no lo había hecho como debía. Algunas personas se apropian simplemente del espacio que necesitan, expulsando a codazos a los intrusos hasta tomar posesión de él."

 Mientras Pomme se encierra en sí misma y su madre no se atreve a consolarla ni a hablarle, solo a hacer elucubraciones sobre la posible boda de su hija y de buscar a Aimery para que vaya a visitarla.


En Un verano sin hombres, Mía es consciente del tiempo, de como la vejez va devorando a cada una de las amigas de su madre. Se deja abrazar por su hermana Bea, por su hija. Es cómplice de su vecina cuando discute con su marido. Participa en un club de lectura en el que debaten Persuasión de Jane Austen. Vuelve a vivir y se pregunta si realmente necesita a su marido.


“El tiempo nos confunde, ¿verdad? Los físicos saben cómo jugar con él, pero el resto de nosotros tenemos que ajustarnos a un presente vertiginoso que se transforma en un pasado incierto y, por más embrollado que ese pasado resida en nuestra memoria, siempre avanzamos inexorablemente hacia nuestro final.”

La Encajera, es un amargo ejercicio sobre el abandono,  la soledad y el desencanto. Construida a base de silencios,  muestra la convivencia, el amor y la incomunicación entre dos seres indefensos. Pomme una chica sencilla, pura, introvertida se enamora de Aimery un estudiante que queda fascinado por su belleza en un principio. Ella atrapada dentro de la jaula de su mundo interior. Una crónica del abandono y incapacidad de superarlo por falta de recursos afectivos, económicos y sociales.

“Pomme se durmió. Aimery la oía respirar. Nada había cambiado. Seguía siendo la misma paz, inaccesible, incomprensible. Estaba otra vez solo. Hubiese querido despertarla, sacudirla, que le dijera alguna cosa, que era feliz, o estaba triste, poco importaba. Se levantó. Fue hacia la ventana. El cielo era una laca negra.  No se veía resplandecer un manto de estrellas. Una gota de lluvia cayó caliente. Luego, nada. No soplaba viento. Se oía el mar, muy lejos. No quería despertarla. ¿Para qué iba a servir? No estaría menos ausente que en el fondo de su sueño. Y esperó a que amaneciera. No era desgraciado. Ni siquiera se sentía decepcionado. Se cargaba de paciencia. En París sin duda todo sería distinto. Y luego pasaría el tiempo.”

 En La Encajera se narra el abandono vivido por una mujer y desde el punto de vista de un hombre en tercera persona. La mujer es un ser bello y extraño, apenas sabemos nada de sus sentimientos.

“Él hizo el amor en medio de un profundo recogimiento, y siempre con el mismo gesto de  desvelar. Él ya había conocido este placer, pero todavía nunca esta emoción. Sin embargo, la emoción terminó con el placer, como privada de su fuente, que no era, pues, aquella muchacha en concreto.”


  Dos novelas totalmente recomendables.

miércoles, 10 de junio de 2015

Viajes alternativos



Viajamos mucho aquellos días.  Por territorios empantanados de nuestra memoria. Por carreteras sinuosas que tarde o temprano nos devolvían al punto de partida. Viajamos para escapar de nosotros mismos, a través de  palabras escritas, sin movernos del mismo sitio. Unas veces como turistas acelerados, sin ver ni sentir; otras como trotamundos que se enamoran de cada paisaje, de cada historia, de las gentes sencillas que habitaban aquellos lugares. Con la añoranza del regreso y  de escapar, a la vez, por la ventana de esa vida vacía que trataba de engullirnos.

                                                                          ©Loli Pérez
Imagen: Polanoid.net

lunes, 25 de mayo de 2015

Quiero y no puedo

    
Imagen de Internet

Me tocaba escribir entrada para el blog. No hoy, sino  hace ya varias semanas. Les he pedí a mis compañeros que escribieran por mí.  Llevo días,  puede que meses en los que no consigo escribir. Un bloqueo, un miedo a no estar a la altura, a no hacerlo bien. 
Lo achaco a la situación familiar y laboral que me absorbe de una forma que me impide tener un momento de calma, sentarme un rato, pesar, escribir. Dedicar horas de vida, de  cansancio, de sueño, de descanso. Horas que se me escapan como una bandada de estorninos.

                                           (Imagen de polanoid.net)

 Tiempo en definitiva que se va.
                                                  
 Leo, eso sí, es mi escape a la monotonía. Pienso en hacer una reseña sobre el libro leído de un autor que conozco y aprecio. Pero no me ha gustado lo suficiente, los personajes son absurdos, vulgares, actúan solo para tirar de la trama, para tener al lector enganchado, no me los creo. Leo otro libro,  una buena prosa, me gusta la historia, la estructura y como está escrito, miro en la red y hay unas reseñas estupendas, escritas ya, mucho mejores que la que yo podría llegar a escribir. Para qué, me pregunto. Para qué estar horas escribiendo algo que ya está escrito. 
Alguien dijo hace unos días que los blogs habían muerto. No estoy de acuerdo, siguen vivos, pero no son tan interesantes como navegar por las redes sociales, este mismo tiene visitas, de muchos países, EEUU, China, Mexico, Argentina, Malta, Alemania, Turquía, Marruecos, Canadá, Reino Unido, Rusia, Brasil, Honduras, pero ni un solo comentario. Ya no tenemos tiempo de decir nada, ni yo misma lo hago, leemos y pasamos de largo en silencio, aunque nos haya interesado, o no. No nos importan las horas que esa persona haya invertido en escribir la entrada.
 La vida va demasiado deprisa. Como decía Isabel Bono los otros días, pasamos el dedo por una pantalla y creemos que estamos informados, que somos cultos, sin detenernos a reflexionar. Gotas de información, sin entrar en mayores. Artículos de un periodista crítico vetados en la red. Días sin horas y horas que pasan sin que nos demos cuenta.

Quisiera volver a escribir, sentir esa emoción, ese cosquilleo por la mente y las entrañas.  No pierdo la esperanza. Pero de momento se resiste, me limito a procrastinar, como dirían mis compañeras.

domingo, 17 de mayo de 2015

Littel Terror Stories, La huida por Concha Ponce

                           

LA HUIDA

Herman se queda asustado cuando ve la puerta abierta de su cubil, y discretamente se asoma, se siente libre, y a grandes zancadas se interna en el bosque.
Los rayos del sol le llenan de alegría, nunca se había sentido tan feliz.
El color de las flores, el trinar de los pájaros y las ardillas jugueteando a su alrededor, se siente pletórico, empieza a reir y el bosque reverbera con sus carcajadas.
¿Quién está ahí? El se gira, a su lado está una criatura angelical.
Me llamo Julieta, alargándole una margarita. Herman está alarmado.
¡Yo soy un monstruo! ¿No te doy miedo?
          ─Tú eres perfecto, le responde la niña. ¿Quieres venir a mi casa? El asiente con la cabeza.
Cuando llegan al hogar de Julieta, él se siente gratamente sorprendido al comprobar que el padre de la niña. Es igual que él.
Y la chiquilla cogiéndole de la mano le dice:
¡Yo sí que soy rara!


                                                          ©CONCHA PONCE

jueves, 14 de mayo de 2015

WRITING WOMAN, Recuerdo, por Concha Ponce



RECUERDO

Emis recorre con su mirada la habitación de él, descubre la camisa azul y abrazándola la envuelve entre su pecho, su aroma le estremece.
Ambos se conocieron en el pastoreo de ovejas, y en la soledad del entorno surge un sentimiento de risas, cariño, melancolía, desasosiego y de miedo, se rompe su secreto.
Pasado el tiempo vuelven a encontrarse.
Jack le propone vivir juntos, pero él no lo acepta, rompiéndose entre los brazos de Jack atormentado.

Cuando traspasa la puerta, acariciando la camisa, el llanto y el arrepentimiento, siempre serán su compañía.

                                                          ©CONCHA PONCE


jueves, 7 de mayo de 2015

WRITING WOMAN, Julia por Remedios Ponce Gallego


-          Esto es para que puedas atender mejor a papá y traerlo a casa.
-          Pero, hijita, ¿de dónde has sacado este dinero? ¿Veinticinco dólares? Supongo que no habrás cometido  ninguna locura…
-          No; obtuve honradamente el dinero, vendiendo lo que me pertenecía.
Diciendo esto, se quitó el sombrero y un clamor general se dejó oír al ver que traía cortada su abundante cabellera.

                                                     Mujercitas. Louis M. Alcott

El sacrificio por los seres queridos, latente en la anterior escena, inspiró el siguiente relato.
                                                                             
JULIA

Había pasado la noche inquieta, la despertó el ruido de la lluvia golpeando las ventanas, aún faltaba un buen rato para que el despertador sonase, no esperó, se levantó y se dirigió a la cocina, mientras aguardaba que la cafetera comenzase a silbar, experimentó el sentimiento de desamparo que la perseguía desde hacía tiempo.
Fuera, el otoño comenzaba a dibujar sus primeros trazos. A Julia le gustaba que el viento acariciase su cara, sus brazos, que jugase con su falda. Sentada, esperando el autobús observaba el pequeño parque situado al otro lado de la calle, en él los árboles iniciaban un idilio de ocres y marrones. La lluvia de la noche anterior regresó sin previo aviso, aspiró el aire limpio, helado y húmedo de la llovizna y deseó que al igual que las huellas se iban desvaneciendo, también  pudiera borrar parte del pasado.
Al fin vio acercarse el autobús, muy pronto estaría con su madre, inclinada sobre su cama o junto a ella en el jardín, le repetiría una y otra vez, despierta mamá, te estoy esperando. A pesar de su silencio, de su mirada perdida, de sentir a veces que todo su esfuerzo era inútil, el amor hacia su madre le hacía desear cada día que el reloj de su trabajo marcase las cinco, para acudir a verla, estar a su lado y preguntarle cómo le había ido el día, a sabiendas de que no iba a obtener respuesta alguna.

                                               ©Remedios Ponce Gallego

                                               Abril 2015
                                      
       


 

martes, 5 de mayo de 2015

WRITING WOMAN: Eterna belleza por Trini Carrera




Eterna belleza


Me dirijo al Museo de Arqueología para ver la momia de una hermosa reina egipcia, que según las últimas investigaciones, murió en extrañas circunstancias.
Solo faltan diez minutos para el cierre y para mi sorpresa, el guarda me permite el paso, se inclina, y murmura algo que no puedo entender.
Todo está en silencio, rápidamente busco el sarcófago. Lo veo al fondo en una sala envuelto en la penumbra. Está cerrado, al acercarme un terrible presentimiento se apodera de mí, pero lo desecho de mi mente. Con las manos pegajosas de sudor apenas sin respiración, abro la tapa. El grito que sale de mi interior, se convierte en un gemido agónico, cuando emerge de mis labios.
Desde el ataúd y envuelta en vendas la veo a ella, viste mis ropas, y se dirige hacia el exterior, mientras el guarda, haciendo una reverencia, le susurra: 
Bienvenida mi reina.

©Trini Carrera Sedeño