martes, 23 de agosto de 2011

Reflejo



La luz y el agua
pueden hacer
que exista 
el reflejo
el sueño
de un mundo
diferente
en otra dimensión.

viernes, 19 de agosto de 2011

El árbol de piedra



Su  deseo, ser diferente
se vio con tronco y ramas pétreas
mientras inventaba indrisos
figuras extrañas le miraban
en el interior de la bóveda
miles de gotas de agua
esculpían estalactitas
y su pensamiento
iba hacia ella
que tan lejos,
con sus ramas
le enviaba
su luz.


Fotos: Cueva de Nerja.
            Higuera centenaria del patio del Museo Picaso.

martes, 16 de agosto de 2011

El Real de la feria (de noche)








Había una vez un burro de feria que soñaba con ser caballo. Cuando los niños subían a su lomo para hacerse las fotos, movía las orejas y la cola. Un día pasó un mago y le concedió el deseo. Del conjuro surgió lo que es hoy, un mestizo entre  dálmata y Rocinante. Eso sí,  le dijo el mago que viviría por muchos años, con la única condición de estar siempre quieto.

lunes, 15 de agosto de 2011

Feria de día, del 13 al 20 de agosto 2011

                                             ¿Será  el carro de Manolo Escobar?

                                             Entrada a calle Larios, con Biznagas.

                                    Llena de farolillos, toldo, paseantes y artistas.

                       Mucho arte por las calles!!

                                Ojú niña, cómo me duelen los piés y qué caló pega el vestio!!

                             Que no le falten flores para el pelo.


                                       Qué pena que esté cerrado!!

domingo, 14 de agosto de 2011

FERIA DE MÁLAGA, AGOSTO 2011









Mucho ruído, luces, colores, telas de lunares, biznagas malagueñas, turrón, coco, altamuces...

Dolor de pies, gente paseando, casetas dónde no se puede hablar de lo alto que ponen la música, vigilantes, caballos, trajes de faralaes, flores en el pelo, niñas de gitanilla...

El vértigo de la noria, y la Peña El Sombrero  con su lema: "To er mundo e güeno",  no falta de ná.

lunes, 8 de agosto de 2011

El jugador, F.M. Dostoyevski


Sí, a veces la idea más delirante, la que parece más imposible, se le clava a uno en la cabeza con tal fuerza que acaba por juzgarla realizable... Más aún,  si esa idea va unida a un deseo fuerte y apasionado acaba uno por considerarla a veces como algo fatal, necesario, predestinado, como algo que es imposible que no sea, que no ocurra...


El jugador (1866) refleja los dos grandes impulsos, el juego y la pasión amorosa,  que según confesión del propio autor, dominaron la vida de Fiódor Dostoyevski (1821-1881).