Recuerdo que una vez viví allí.
Tal vez fuera en otra vida
incluso en otro ser.
Recuerdo que los cristales estaban limpios
y los marcos de las ventanas eran blancos.
Miraba a través de los visillos de encaje
hacia la calle, dónde impaciente
él me esperaba para escapar juntos.
Pero fui cobarde.
Y él se marchó solo.
A partir de aquel día
nos envuelve
con su lentutud implacable
el deterioro del tiempo.
Loli, es verdad, allí estábamos, detrás de los visillos...esperando...soñando. Un bonito "fotorrelato".
ResponderEliminarQué hermoso, Loli. Puedo ver esa imagen a través de los visillos de encaje.
ResponderEliminarBesotes.
Precioso Loli, cuando miramos a traves de la ventana parece que el mundo es ajeno a nosotros, a mi me pasa. Un beso
ResponderEliminarQué bonito, Loli! Pero, sabes? te contaré un secreto... me asusta mucho ver figuras humanas semi-asomadas (como de forma huidiza) en las ventanas... Cosas de una!!
ResponderEliminarBesines,
Inma, tu comentario ya es un microfotorelato...
ResponderEliminarB7s
Ely, no sé porqué pero imagino que esa ventana alguna vez tuvo unos precioso visillos de encaje.
Besicos
Esperanza, siempe he querido una ventana con vistas y aún no la consigo. Hasta ahora han dado a patios interiores o a una calle de garajes dónde sólo deambulan paseantes con sus perros para que hagan sus necesidades.
Abrazos
Carmen, a mi también me da cierto yuyu, hubo una época que me sentí muy observada mientras hacía mi trabajo. Pero mirar siempre es un gustazo.
Besiños :)