El puente de la incertidumbre, espera inmóvil.
En el paseo de los tristes, las aguas cristalinas no se detienen.
El año empieza con propósitos que se irán diluyendo.
Ya estamos aquí de nuevo, vamos a por él.
Propositos de año nuevo. Ufff... es difícil que no se diluyan pronto, Loli, difícil que no se diluyan. No creo que los proyectos de nuevo año, sino en la constancia del día a día.
Propositos de año nuevo. Ufff... es difícil que no se diluyan pronto, Loli, difícil que no se diluyan. No creo que los proyectos de nuevo año, sino en la constancia del día a día.
Agridulce este poema (o lo que sea). La cuestión es que dado que el agua cristalina no se detiene hay que tirarse al río, e incluso dejarse llevar por la corriente (sin ahogarse). Besos vallekanos.
Yo no creo que los propósitos se diluyan. Si están bien asentados lo que hacen es ser discretos y no molestar, pero tú, sin querer, peleas por ellos sin darte apenas cuenta, porque los tienes asumidos :)
Espero amiga que ciertos propósitos "literarios" no se diluyan.
ResponderEliminarBesitos miles desde México
A por él con todas las ganas...
ResponderEliminarMiles de besos desde el Fin de la Tierra.
Propositos de año nuevo. Ufff... es difícil que no se diluyan pronto, Loli, difícil que no se diluyan. No creo que los proyectos de nuevo año, sino en la constancia
ResponderEliminardel día a día.
Besotes
Miguel
Propositos de año nuevo. Ufff... es difícil que no se diluyan pronto, Loli, difícil que no se diluyan. No creo que los proyectos de nuevo año, sino en la constancia
ResponderEliminardel día a día.
Besotes
Miguel
El puente de la incertidumbre ha de cruzarse lo antes posible y no volver a pasar por él.
ResponderEliminar¿Los propósitos? Ni se crean, ni se diluyen, Loli; sólo se transforman.
Por un 2012 lleno de letras, amiga. Tus lectores te esperamos.
Un beso.
Sí, vamos a por él aunque los propósitos del principio se diluyan apareceran otros, y otros y muchos mas indicando que estamos vivvos.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Vamos, Loli! a por él, que es pequeño y cobarde, que no se diga que esta año puede con nosotras. Dale a las teclas.
ResponderEliminarBesitos y achuchones, guapa.
Agridulce este poema (o lo que sea). La cuestión es que dado que el agua cristalina no se detiene hay que tirarse al río, e incluso dejarse llevar por la corriente (sin ahogarse). Besos vallekanos.
ResponderEliminarPreciosa reflexión en un paisaje bello.
ResponderEliminarHacer planes para no cumplirlos...¿hay algo más revolucionario? Me apunto a eso...y que el futuro hable.
Los prpósitos de diluirán como el agua fluyendo, más bien creo, que se transformarán...
ResponderEliminarSí, vamos a por él.
Un beso :)
¿Es en la carrera del darro de Granada?
ResponderEliminarExactamente, es en la carrera del Darro!!
ResponderEliminarYo no creo que los propósitos se diluyan. Si están bien asentados lo que hacen es ser discretos y no molestar, pero tú, sin querer, peleas por ellos sin darte apenas cuenta, porque los tienes asumidos :)
ResponderEliminarBesos.
¿Qué importa que se diluyan? Tenemos una fábrica continua de propósitos y son muy pocos los que llegan a feliz término.
ResponderEliminarUn abrazo desde mi mejana
¡A por él! :D
ResponderEliminarBesos, besitos, bella.