Este lunes comentamos en el club de lectura de Centro Andaluz de las Letras, CAL, un libro pequeño, pero a la vez, emocionante e intenso.
El Compañero de Viaje es sin duda un canto a la dignidad humana, una cualidad del hombre que nunca deja de estar de actualidad y que siempre se encuentra presente y a su lado, y nos muestra en apenas setenta páginas que los sentimientos, las alegrías y desventuras humanas son universales. Conmovedor, directo, entrañable, idealista o humano, son algunos de los calificativos que encajan perfectamente con este relato corto, que a pesar de su extensión, no desmerece en nada por su contenido.
Curzio Malaparte, seudónimo de Kurt Erich Suckert (Prato 1898, Roma 1957) mezcla de "intelectual de acción" (de padre alemán y madre italiana) y aventurero, resultado del convulso período de entreguerras. A la vez fascista y comunista. Ejercía tanto de periodista de guerra como de director de cine o de escritor.
Malaparte (seudónimo escogido en contraposición al nombre de Napoleón Bonaparte) trasgrede los límites de la escritura con una prosa cercana, directa y sin artificios, muy próxima en su concepción y plasmación a ese emergente neorrealismo cinematográfico italiano (no en vano dirigió varias películas) y llega a las entrañas del lector sin avisar, dejándole marcado con una estela de existencialismo nada intelectual, pero desgarrador e impune a la mentira.
El Compañero de Viaje nos narra las aventuras del soldado Calusia, desde que parte de Escila (Calabria) a Nápoles, con el cadáver de su teniente a lomos de un burro dentro de una caja de madera donde transporta el cuerpo, hecha con sus propias manos. El relato de tal viaje nos proporciona la posibilidad de asistir a una serie de injusticias ante las que Calusia no se pliega y que cabría resumir en el siguiente párrafo: "no es culpa mía, no es culpa vuestra si hemos perdido la guerra. Pero la guerra contra los ladrones no quiero perderla. Debemos ayudarnos unos a otros a hacer la guerra contra los ladrones, porque los ladrones son los verdaderos enemigos de Italia". ¿Acaso caben mayores dosis de sinceridad y dignidad?
Una vez más, la Editorial Alfama demuestra un gusto exquisito por los títulos que edita, en este caso dentro de la colección Ficciones, con la traducción de Paula Caballero Sánchez.
Gracias Loli por darnos reseñas de libros que quién sabe si leeré. Es imposible leer tanto, pero siempre es bueno tener en mente libros que han gustado a los amigos de modo que si un día no sabes qué comprar y lo ves...
ResponderEliminarHace cuarenta años (Dios!) que leí un libro de él titulado Kaputt y no me gustó, claro que con 18 años a saber qué era lo que me gustaba, aparte de Los Brincos. Sí recuerdo a una chica que se llamaba Paqui España, guapetona que me ignoraba...
Bueno, miraré si lo tienen en la biblio y compararemos opiniones.
ResponderEliminarCreo recordar que leí "La piel", pero tendría que volver a releerlo, hace tanto que no tengo casi recuerdo del libro.
este tiene buena pinta.
Besotes.
No me sonaba de nada ni el autor ni el libro (ya ves tú mi ignorancia) pero lo anota sin falta, y ya te contaré. Estas historias suelen gustarme muuuucho.
ResponderEliminarBesines,
No, no conocía este libro, Loli. Anotado queda ya en mi libreta de libros pendientes de leer.
ResponderEliminarGracias por la recomendación.
Miguel
Ximens, Ely, Carmen, Miguel, gracias por la visita ya sabeis que estáis invitados a un cafecito.
ResponderEliminarEste libro ha sido una de las sorpresas que a veces me llevo en el club de lectura. Evito los de guerras y los de miedo, y este empecé a leerlo por "obligación" para luego poder comentarlo, pero es de los que dejan un buen sabor de boca al terminarlo. El personaje principal es muy peculiar, y tierno.
Abrazos a mansalva