AROMAS
INTENSOS
Nunca conociste el verdadero amor. Te habías casado
para salvar de la ruina a tu familia y vivías condenada a servir a tu marido; a
no sentir, a ser una víctima de la violencia dentro de un ambiente lleno de
injusticias, desamor y cobardía.
Sin embargo, encontraste un refugio en las artes
culinarias; un placer inigualable en el mundo de las galletas, de las frutas
caramelizadas y del maíz impregnado. Todo endulzado con mieles de maguey y
pétalos de flores.
Pero un día decidiste enfrentarlo, dejar de ser un
objeto de su pertenencia. Fue así que otra tomó el mando de la cocina y a la
hora del rezo se repartieron licor y cigarros. Observabas todo sin entender
nada. En tu cuarto dejaron solo una cama y algunas mujeres apesadumbradas te vestían
y te peinaban con esmero.
Dice la sabiduría huasteca que cuando uno está
muerto, no sabe que está muerto. Los demás si lo saben y son ellos los que
sufren.
©María del Carmen Papagni Rodríguez
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